Al alcanzar la pubertad nuestro cuerpo cambia. Especialmente aquellas partes del cuerpo que más nos caracterizan como mujer. Antes de la llegada de la primera regla solemos experimentar un crecimiento rápido (especialmente de estatura) junto con un desarrollo de los pechos, el crecimiento de vello en el pubis, ensanchamiento de las caderas y un aumento de las secreciones vaginales claras (flujo vaginal). Además, la piel se vuelve más grasa por un aumento de la sudoración. Las glándulas sebáceas de nuestra piel se vuelven más activas y puede aparecer el acné. También, en general, el pelo se nos vuelve más graso, con lo que necesita más cuidados y lavados más frecuentes. Aparte de todas estas modificaciones, durante esta etapa de nuestra vida, se nos desarrollan plenamente los órganos sexuales. A continuación podemos ver cómo son los órganos sexuales femeninos. Están formados por diferentes partes que se agrupan en dos conjuntos: los órganos sexuales externos y los órganos sexuales internos.
Órganos sexuales externos, ¿qué son?
También se llaman genitales femeninos externos o vulva y están compuestos por las siguientes partes:
- Monte de Venus. Es la región situada sobre nuestro pubis, cubierta de vello desde la pubertad y de abundantes glándulas sebáceas y sudoríparas.
- Los labios mayores. Son dos pliegues de piel cubiertos de vello que protegen las partes interiores de la vulva y rodean el orificio de la vagina.
- Los labios menores. Se localizan dentro de los labios mayores y nos protegen más directamente el orificio vaginal y la uretra. En ellos hay abundantes glándulas sebáceas que hacen que se mantengan húmedos.
- El clítoris. Es una parte muy especial de nuestro cuerpo. Se encuentra en el punto de unión de los labios menores. A pesar de su pequeño tamaño, concentra gran cantidad de terminaciones nerviosas y está relacionado con el placer sexual y el orgasmo. Es un órgano eréctil y es el equivalente al pene del hombre.
- El himen. Es una membrana muy delgada y flexible que recubre parcialmente el orificio vaginal, permitiendo la salida de la regla y el flujo vaginal. Nos protege de infecciones.
- Glándulas vestibulares o de Bartholino. Son glándulas secretoras y productoras de flujo que se encuentran junto a la desembocadura del orificio vaginal, una a cada lado. Son las responsables de la lubricación de la entrada vaginal.
¿Qué ocurre en los órganos sexuales internos?
También se llaman órganos reproductores y están en el interior de nuestro cuerpo.
- Los ovarios: son dos glándulas del tamaño de una almendra situadas en la parte baja del abdomen cerca del útero o matriz. Su función es producir los óvulos y las hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona). A partir de la pubertad, cada mes uno de nuestros ovarios liberará un óvulo. Si este óvulo se une a un espermatozoide se produce la fecundación. El óvulo fecundado se convertirá en un embrión y después en feto. Durante el embarazo no se liberan óvulos y, por lo tanto, no aparece la regla.
Entre la menarquia, es decir, la primera regla y la menopausia, sólo madura una parte de los más de 250.000 óvulos almacenados en el interior de los ovarios desde el nacimiento. Cuando un óvulo está totalmente maduro, sale del ovario y desciende a través de las trompas de Falopio hasta llegar al útero. Esto ocurre durante la ovulación. - Las trompas de Falopio: son dos conductos muy delgados, de unos 10 centímetros de longitud, que recogen el óvulo liberado y lo conducen hasta el útero. Es en las trompas de Falopio donde se encuentran el óvulo con el espermatozoide durante la fecundación.
- El útero o matriz: es un órgano hueco que tiene forma de pera y, se encuentra situado en el centro de la región pélvica, entre la vejiga y el recto. Aunque es pequeño, durante el embarazo se dilata para albergar el huevo fecundado durante toda la gestación.
- El cuello del útero o cérvix: es una abertura muy pequeña, como la cabeza de un alfiler, que comunica la parte inferior del útero con la vagina. Por él pasa el flujo menstrual. También, por el cuello uterino pasarán los espermatozoides para que el óvulo pueda ser fecundado.
- El endometrio: es una membrana que recubre el interior del útero y en la que se implanta el óvulo fecundado. Su misión principal es la de proporcionar los nutrientes necesarios para el embrión, en caso de embarazo. Si no se produce la fecundación, este revestimiento del útero junto con el óvulo, se desprenden y son expulsados fuera del cuerpo a través de la vagina. Esto es lo que se conoce como Regla. El flujo menstrual, por tanto, contiene en parte sangre y en parte tejido del interior del útero.
- La vagina: es el conducto en forma de tubo inclinado hacia la espalda y elástico que comunica la cavidad uterina con la vulva. Mide unos diez centímetros. Su interior es húmedo gracias al flujo vaginal, que evita las infecciones y hace las veces de lubricante. Durante el acto sexual o coito se adapta a las dimensiones del pene. Por ella también pasa el bebé en el momento de dar a luz
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